Firmamos un contrato de explotación, donde Renmont asume la gestión completa de la vivienda y se compromete a pagarte una renta fija cada mes. La duración puede variar según el acuerdo, pero normalmente es de varios años para darte estabilidad y previsión. Además, por la naturaleza de este contrato, ni Renmont ni terceros pueden adquirir derechos de ocupación sobre la vivienda, lo que refuerza tu seguridad y garantiza que siempre mantienes el control total sobre tu propiedad.